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Cervezas Gaitanejo, la cerveza artesanal de Ardales que sigue conquistando con su Caminito del Rey - Sabor a Málaga

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Cervezas Gaitanejo, la cerveza artesanal de Ardales que sigue conquistando con su Caminito del Rey

Cervezas Gaitanejo, la cerveza artesanal de Ardales que sigue conquistando con su Caminito del Rey

Su elaboración artesanal de cervezas y cuyo matiz diferenciador radica en su esmerado proceso de producción y la exquisita selección de la materia prima

Cervezas Gaitanejo es una pequeña empresa ubicada en el municipio malagueño de Ardales, en la comarca del Guadalteba, que desde 2013 está dedicada a la elaboración artesanal de cervezas y cuyo matiz diferenciador radica en su esmerado proceso de producción y la exquisita selección de la materia prima. Una fábrica de cerveza con un carácter y esencia muy personal donde lúpulos, maltas de cebada y levaduras, junto a una adecuada fermentación, van conjugándose para ofrecer distintos estilos de cerveza, encontrando desde las más comunes como la Lager o IPA hasta las irlandesas menos convencionales como la Irish Red o Stout.

Sin embargo, es su primera creación, la cerveza Caminito del Rey, de la variedad American Pale Ale, el producto más representativo de la marca y su cerveza estrella. Una cerveza de cercanía y muy local que conquistó rápidamente los paladares tanto de los más escépticos como los más devotos cerveceros y que nació el año en el que se iniciaron las obras de rehabilitación del Caminito del Rey, rindiendo homenaje, de este modo, al magnífico entorno que la acoge. Un zumo de cebada que igualmente viene a manifestar el emprendimiento, perfeccionamiento e innovación de sus fundadores, quienes con tesón y mucha práctica supieron hallar su verdadera vocación.

De izquierda a derecha: Isidro Paz y Juan Duarte  

En el garaje de casa

Y es que Cervezas Gaitanejo es el fruto de la inquietud de dos jóvenes ardaleños, Juan Duarte e Isidro Paz, a quienes su afición y deseo por aprender a elaborar una auténtica y exquisita cerveza artesanal les condujo a cambiar de profesión y a montar un apasionante y próspero negocio. Juan e Isidro han sido amigos desde la niñez, “y a pesar de que nos llevamos cuatro años éramos de la misma pandilla”, –nos relata Juan, quien actualmente tiene tan solo 31 años. Fue en aquellas cotidianas reuniones de amigos, “ya en plena juventud”, donde Juan e Isidro coincidieron en su interés por la fabricación de cervezas artesanales. “Comenzamos entonces a intercambiar información y al poco tiempo nos animamos a realizar nuestras primeras pruebas en el garaje de casa. “Experimentos cerveceros que realizábamos en nuestros ratos libres” –apostilla Juan, ya que por aquel entonces Isidro trabajaba para una empresa como electricista y Juan era el propietario de una tienda de electrónica que había montado por su cuenta al terminar sus estudios.

Mesitas de noche y fiestas de amigos

Juan nos revela que sus inicios fueron totalmente autodidactas y durante años sus mesitas de noche albergaron decenas de libros que devoraban con fruición con objeto de documentarse y formarse al extremo. Pero en sus aquellas producciones caseras, en las que hicieron muy diferentes tipos de cervezas y usaron ingredientes de muy diversos orígenes, Juan e Isidro tuvieron claro cuáles eran los principios que debían regir en sus elaboraciones para obtener un producto de calidad, siendo estos la cuidadosa selección de las materias primas y una formulación de recetas tradicionales muy equilibrada. Unos criterios que fueron revelando sabores, colores y matices que no dejaban indiferentes a quienes las probaban.

“Al principio y teniendo en cuenta que éramos solo unos aficionados, solíamos llevar cervezas caseras a las fiestas y barbacoas que organizábamos con los amigos o bien las regalábamos a nuestros familiares y conocidos como muestra de cariño o agradecimiento, pero llegó un momento en el que fueron tantos los pedidos que teníamos y los elogios que recibían nuestras cervezas que nos vimos obligados a dar un paso más allá”, –sonríe Juan al recordar aquellos momentos.

Su pionera Caminito del Rey

Nace así Cervezas Gaitanejo, una fábrica de cerveza artesanal cuyo nombre comercial ya rondaba en la mente de sus fundadores desde sus primeras elaboraciones caseras y que está muy vinculado a su objetivo empresarial – una cerveza local y de cercanía–,  y al bello paraje natural en el que surge –el Desfiladero de los Gaitanes, un cañón excavado por el río Guadalhorce y “lugar donde habitaba el gaitán, un buitre de la zona”.

En este despegue empresarial Cervezas Gaitanejo saca a la venta, en 2014, su primera cerveza destinada a conquistar el paladar tanto “de quienes no entienden de cerveza como de los más entusiastas cerveceros”, una American Pale Ale con un sabor e intensidad muy peculiares y a la que bautizaron con el nombre de Caminito del Rey. “Nuestra primera cerveza recibe su nombre en honor a nuestro maravilloso entorno y al hecho de que, por aquel entonces, tuviera lugar el inicio de las obras de rehabilitación del emblemático Caminito del Rey, un sendero que discurre entre las localidades de Ardales, Álora y Antequera y que tras haber pasado años en el olvido y en desuso, se restauró con una pasarela peatonal de más de 100 metros de altura y tres kilómetros de recorrido, lo que nos ha permitido volver a descubrir la grandeza de este enclave natural.” –nos describe Juan con cierta emoción.

Nómadas

“Aunque nacimos siendo nómadas” –matiza Juan, quien nos detalla que en sus inicios el proyecto se desarrolló alquilando instalaciones cerveceras externas, primero en Montilla (Córdoba) y poco tiempo después en una nave en Málaga capital. Pero después de varios años bajo esta modalidad, empleando el poco tiempo libre que les dejaban sus respectivos trabajos, a la vez que seguían formándose y realizando cursos, –“entre ellos, uno con la Asociación de Cerveceros Caseros Españoles y un máster de Cerveza Artesana impartido por la Universidad de Alicante”– y tras observar la buena acogida que tenían sus productos, “nos vimos en la tesitura y la necesidad de redirigir todos nuestros esfuerzos y recursos. De este modo, en junio de 2017 optamos por aparcar definitivamente nuestros trabajos, “Isidro dejó de trabajar como electricista y yo cerré la tienda que había montado para dedicamos por completo a la producción artesanal de cerveza, estableciendo la fábrica en el polígono industrial de nuestro pueblo natal, Ardales”.

Seis clásicas y mucho más

A día de hoy, en las instalaciones de Cervezas Gaitanejo siguen trabajando con pasión y esmero Juan e Isidro, quienes producen seis tipos distintos de cervezas clásicas, “lo que supone actualmente en torno a 4.000 litros de cerveza mensuales”. Asimismo, también fabrican otras cervezas de temporada, normalmente en verano y Navidades, realizan colaboraciones especiales sacando ediciones exclusivas y elaboran otros productos relacionados con este zumo cebada, como su crema de cerveza o mermelada de cerveza. Todas sus creaciones poseen matices sensoriales muy distintivos, matices que también se muestran en las etiquetas que visten a los botellines de sus clásicas, con Grund, Bobastro o Turón, descubriendo en ellas los lugares más representativos de su entorno y una forma de homenajear al medio que les rodea. “Una idea que también tuvimos claro desde el principio, diseñando una etiqueta única con cada nueva cerveza que saliese al mercado”.

Cuestión de gustos

Entre su gama de productos podemos encontrar sabores, aromas e intensidades muy dispares, y su demanda depende de las preferencias y gustos de cada cliente. “Hay quienes buscan una cerveza suave, los hay quienes desean una cerveza con más cuerpo y con un marcado toque a lúpulo o quienes incluso hallan en nuestra cerveza negra ese original sabor a café o torrefacto que es lo que más le satisface” –nos explica Juan.

Por ejemplo, en su cerveza estrella de estilo americano, Caminito del Rey, los clientes descubren una cerveza Pale Ale con 5,5% de alcohol y con cuatro maltas diferentes, dos de ellas con un ligero toque a caramelo, otra con un sabor más lupulado, –lo que le confiere su característico amargor– y otra con particularidades florales. Sin embargo, el deseo por degustar una buena cerveza casera anima a los cerveceros a probar, cada vez más, sus otras especialidades, ante lo cual, Juan precisa que variedades clásicas como la Turón, de estilo IPA, la Grund de estilo Stout o la Bobastro, tipo Golden Ale, están alcanzando cada vez una mayor demanda.

Materias primas de calidad

En la fábrica de cervezas Gaitanejo, Juan e Isidro aseguran que, aunque toda cerveza se realiza básicamente con malta de cebada, lúpulo, levadura y agua, –procedente de la Sierra de Ardales, aunque depurada y filtrada– la diferenciación de sus elaboraciones radica en la adquisición de unos ingredientes de primera calidad, que junto a la proporcionalidad y equilibrio de la receta, el buen control de la fermentación, la temperatura y una exhaustiva limpieza –esencial para evitar la contaminación y reproducir fielmente las distintas variedades de cerveza– son indispensables para lograr un producto de calidad suprema.

La fabricación de estas cervezas es totalmente artesanal para la cual disponen de cinco tanques fermentadores, “dos de ellos de 650 litros y tres con una capacidad de 1.200 litros”, en los que producen sus distintas especialidades. Cuentan con una maquinaria muy básica, donde hasta “el llenado y chapado se hace de forma manual”, aunque Juan reconoce que desde hace un año tienen un sistema automatizado para el etiquetado.

Para satisfacer a su creciente demanda, estos jóvenes comienzan su jornada laboral a las 6 de la mañana y para producir un lote de un único tipo de cerveza, destinan entre 7 u 8 horas, el tiempo indispensable para que fermente su receta magistral. Durante este tiempo, ambos socios llevan a cabo un minucioso control de la fermentación y la temperatura, estando la cerveza lista para ser embotellada al día siguiente y destinando otro día de la semana a su etiquetado.

Distribución a toda la provincia

Con respecto a su comercialización, las cervezas artesanales de Ardales llegan actualmente a más de 300 establecimientos de alimentación, supermercados y negocios de restauración de la provincia, bien a través de un “reparto directo hecho por nosotros, si están emplazados en nuestra comarca, especialmente en Ardales y el Pantano del Chorro” o bien mediante empresas de distribución que abastecen Málaga capital y la Costa del Sol y que cubren una amplia franja de mercado desde Fuengirola hasta el Rincón de la Victoria. Asimismo, disponen de una tienda online con un eficaz servicio a domicilio para atender la demanda de los consumidores particulares, quienes pueden encontrar además de las especialidades ya comentadas, otras exquisitas variedades de cerveza como su Irish Red, su crema de cerveza elaborada a partir de un destilado de Caminito del Rey con reducción de lúpulo, así como su cerveza Amanecer, una Belgian Dubbel de 7,2% de alcohol, creada con el fundador de la Asociación de Cerveceros Caseros Españoles, Antonio Martín.

Pioneros en activo

Pioneros en su tierra natal, Cervezas Gaitanejo es hoy día la cervecera artesanal más antigua de la provincia que sigue en activo y en su trayectoria empresarial aseveran haber vivido decenas de experiencias gratificantes. “Hemos organizado catas y maridajes, impartido cursos de formación en pueblos como Teba, Cuevas del Becerro o Monda, entre otros, y hemos intentado asistir a todas las actividades que se han llevado a cabo en nuestros alrededores”, declara Juan, quien añade haber estado además en muchas de las ferias comarcales amparadas bajo el sello de Sabor a Málaga, la marca agroalimentaria de la Diputación provincial, y cuyo distintivo ostentan desde abril de 2018.

La flor del lúpulo

A tenor de estas ferias de muestras y actividades, Juan recuerda cuando en sus comienzos y mientras intentaban dar a conocer su producto, muchos de los que se acercaban a su mostrador a probar las cervezas y a escuchar cómo las elaboraban, “miraban con curiosidad la etiqueta y nos preguntaban por qué en ella había dibujada una alcachofa, cosa que nos hacía mucha gracia, y aunque en algo se parecen, lo que verdaderamente hay dibujado en ella es la flor del lúpulo. A raíz de aquello, empezamos a sembrar lúpulo para además de usar en nuestras elaboraciones y ver su aclimatación y evolución en nuestras tierras, para llevar como muestra en las distintas ferias. Aunque he de decir que también han llegado a confundirlo con una aceituna”.

“Cultura cervecera”

Echando la vista atrás y al difícil año 2020, marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, estos jóvenes ardaleños sostienen que esperan afrontar con ánimo el futuro a corto y medio plazo, apostando por defender la calidad y el sabor más auténtico de sus cervezas artesanales, investigando, innovando y sacando al mercado nuevos productos y sabores que satisfagan la creciente demanda del gran público y fomentar su comercialización a través de todos los canales que tienen disponibles, donde su tienda online e incluso mediante las redes sociales, en las que se aprecia un contacto cercano y asiduo con los consumidores finales y que les permiten crear una comunidad cada vez más interesada en “la cultura cervecera”.

“La reina de las barbacoas”

Y es que las cervezas artesanales de Ardales elaboradas por Gaitanejo hacen realmente cultura y afición entre quienes las degustan, por ello, las catas y maridajes han sido parte del quehacer cotidiano de esta joven empresa. “Rubias y claras que son acierto seguro con cualquier aperitivo o tapa”, y como no podía ser de otro modo y estando en tierras malagueñas que mejor compañía que unos boquerones fritos o un sabroso espeto de sardinas. Sin embargo, las más lupuladas maridan a la perfección con las exquisitas chacinas de la tierra o nuestros particulares quesos de cabra malagueña y las IPA se enaltecen junto a los platos con sabores más picantes. Y aunque una de las combinaciones predilectas de Juan e Isidro es su cerveza negra Grund con brownie o algún postre de chocolate, su Caminito del Rey se hace imprescindible junto a unas buenas migas, sin olvidar que es “la reina de las barbacoas”. Así que si estás pensando en un buen plan gastronómico recuerda que Cervezas Gaitanejo es “una buena idea para disfrutar aquellos días en los que decides ser feliz”.

 

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