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Granja Eco Las Pencas, “la clave de los huevos ecológicos está en su yema”

Granja Eco Las Pencas, “la clave de los huevos ecológicos está en su yema”

 

Granja Eco Las Pencas es una empresa familiar situada en el municipio de Mijas, en la comarca de la Costa del Sol Occidental de la provincia de Málaga. Desde 2013 está dedicada a la producción ecológica de frutales como mangos, higueras, uvas de mesa y almendras. Sin embargo, es el huevo ecológico el producto estrella de esta granja eco, donde unos 4.000 huevos diarios son inmediatamente recolectados, clasificados y envasados para proveer a un mercado que, cada vez más, demanda consumir un alimento de alta calidad, saludable y natural.

50 años de historia

La vida de Donatella Zanca es otra de esas historias que se fusionan y crecen con nuestra provincia. Aunque la Granja Eco Las Pencas nace en 2013, la capacidad emprendedora de esta siciliana, que llegó con su familia a España hace 50 años, lo lleva en la sangre. Los padres de Donatella, Prieto Zanca y Mariana Ana, fueron los fundadores de la mítica pizzería O Mamma Mía, quienes, en 1972, abren su primer restaurante de comida italiana en Fuengirola.

Durante su juventud, Donatella compaginaba su trabajo, como auxiliar administrativo, con la repostería, ayudando a su madre en el negocio familiar. “Todavía me paran por el pueblo y me recuerdan lo buenas y exquisitas que estaban las tartas y los panolis que hacía mi madre”, nos comenta haciendo un inciso. Años más tarde conoce a su marido, Carlos Pintos, quien entonces regentaba una empresa de congelados, y, “en cierto modo, animados por la afición de Carlos”, quien dedicaba su tiempo libre al estudio de cavernas y cavidades subterráneas naturales y ejercía como monitor de la Federación Andaluza de Espeleología, “unido a mi amor por el medio ambiente”, deciden emprender por su cuenta nuevas aventuras empresariales.

Aves

Durante siete años se trasladan a Brasil, donde ponen en marcha un criadero de loros, “pero la inestabilidad y la falta de seguridad en la zona, nos hizo vivir con miedo y siempre vigilantes por los continuos robos” -nos relata Donatella. Así que en 2010 decidimos regresar a España, buscando el refugio natural en la finca que compramos muchos años antes, Las Pencas”.

Ya sintiéndose “en casa” y sin perder de vista sus valores por la naturaleza y el cultivo ecológico, empezaron a plantar almendros, higueras, vides y “hasta alcornoques”. Pero el gran incendio que se declaró en 2012, que, durante cuatro días arrasó más de 8.000 hectáreas desde Coín a Marbella, quemó casi toda la finca. “Recuerdo que fue uno de los días más terribles de mi vida, mientras veía como ardía el campo, tuve que sacar fuerzas para ir a enterrar a mi padre”, nos relata con la voz quebrada. 

La clave de un huevo ecológico 

Recuperada del duro golpe, Donatella, apoyada por su marido y sus hijos, saca adelante la Granja Eco Las Pencas, pasando de 800 gallinas a los más de cuatro millares que hoy cuidan con la misma ilusión y visión que cuando empezaron. “Me satisface ver a mis gallinas en libertad y que lo que producimos pueda ayudar a mejorar nuestra alimentación y la salud. Me llaman también muchas personas que padecen enfermedades graves y que les han recomendado nuestros huevos porque necesitan una garantía de que son totalmente naturales.  Siempre digo que la clave está en la yema, que en el caso de los huevos ecológicos es siempre más amarilla y clarita”, nos revela. 

Tras adherirse a Sabor a Málaga en diciembre de 2015, asegura que desde un principio se ha sentido muy respaldada por la marca. Ha participado en varias ferias comarcales y en La Gran Feria de Sabor a Málaga, donde solía llevar una degustación de sus huevos ecológicos, cocidos, para que se apreciase la calidad de la yema.

La falta de tiempo y absorbida por los quehaceres en la granja, “de lunes a domingo”, le ha impedido asistir a muchas otras ferias y mercados especializados. “De hecho, incluso me animan a que implante una tienda online, pero de momento con las redes sociales, que llevamos entre mi hija Silvana y yo, nos vamos defendiendo y nos ha realizado pedidos que hemos enviado a Granada y Barcelona, entre otros”.

Una bonita rutina

Granja Eco Las Pencas dispone de una superficie de 73.000 m2 donde, además de los cultivos frutales distribuidos por toda su extensión, se emplaza su criadero avícola ecológico, autosuficiente energéticamente, ya que cuenta con sus propias placas solares. En este criadero, 4.200 gallinas, de la variedad Lohmann Brown, pastan en libertad desde la mañana a la noche, momento en el son recogidas y albergadas en tres naves de unos 30.000 m2. 

El día a día en Las Pencas es una “bonita rutina”. Un equipo de cuatro personas se afana por cuidar y respetar el bienestar de estos animales, procurando que se alimenten de los recursos que genera un campo libre de fertilizantes y equilibrando su nutrición con piensos ecológicos certificados a base de cereales. Tras dejar en libertad a las gallinas, la fundadora de esta granja eco, Serafina Donatella Zanca, organiza a su familia para recolectar y envasar la producción que clasifica en dos tamaños: M-L y XL, siendo el gramaje medio el más abundante y representando el 80% sobre el total. La comercialización y distribución la lleva a cabo el marido de Donatella, Carlos Pintos, quien recorre toda la Costa visitando bares, restaurantes y pequeños comercios que demandan un alimento natural, de Málaga y con una calidad de producción ecológica certificada, en este caso por CAAE.

Amplitud de miras

Como mujer valiente y emprendedora, Donatella tiene entre sus objetivos el llegar a todo el mercado nacional, “aunque soy consciente de mi capacidad productiva, tengo los pies en la tierra”, sonríe. Por eso está pensando en diversificar su negocio y crear una fábrica de mermeladas. “Pero para ello quizá necesite de más manos, como las de mi hijo, que es biólogo, pero que actualmente vive en Sevilla”, apunta mientras nos cuenta que pronto será abuela de su primera nieta y desearía poder reunir a toda la familia.

La familia Pintos Zanca asegura que han ido aprendiendo a lo largo de toda su vida, valorando las cosas más sencillas y naturales. Disfrutan con una simple tortilla y les fascinan los huevos rellenos, con una mayonesa elaborada con sus huevos ecológicos y un buen aceite de oliva virgen extra, “siempre de Málaga”. La mezcla de culturas, ambas mediterráneas, también tiene “un punto de sabor dulce” y siempre que puede intenta reproducir la deliciosa tarta de nueces, pasas y manzanas que su madre le enseñó.

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