Nueces ecológicas de la Serranía de Ronda nos abre las puertas de su finca con un sabor “exquisito”
Una pequeña explotación de nogales, de la variedad Hartley, ubicada en la localidad de Jimera de Líbar, en la comarca de la Serranía de Ronda, es la protagonista de una extensión de cinco hectáreas, que se reconvirtió al cultivo ecológico hace diez años. Actualmente vende su cosecha a mercados mayoristas y también sirve pedidos a particulares, quienes valoran y aprecian en estas nueces “un sabor muy particular y exquisito”.
La finca en producción, en pleno Valle del río Guadiaro, y en los alrededores de la Sierra de Grazalema y el parque natural de Los Alcornocales, está totalmente equipada con un moderno sistema de regadío y se encuentra junto a un antiguo molino restaurado, desde el que D. Eugenio dirige una plantación de nueces que se caracteriza por tener mucho fruto y poca cáscara.
El fundador de esta finca de nogales es D. Eugenio Becerra Cortés, de 73 años, quien a día de hoy, ya ha puesto la empresa a nombre de su hija, Mari del Pilar Becerra. D. Eugenio afirma que fue uno de los pioneros en introducir una finca en monocultivo de nogales, de la variedad Hartley, en Andalucía, hace ya casi cuarenta años. Cuenta que tuvo viajar a Reus (Tarragona), a Olivenza (Badajoz) e incluso a una universidad de California para aprender cómo cultivar las nueces y qué variedad era la que mejor se adaptaba a su zona.
“Mi decisión estuvo muy marcada por mi niñez”
D. Eugenio heredó la finca de su padre, quien la tenía destinada a frutales, “sobre todo naranjas”, pero una helada quemó la plantación y fue entonces cuando decidió que había que cambiar y se interesó por los nogales. “Mi decisión estuvo muy marcada por mi niñez y dos escenas que ocupan mi memoria: la primera, cuando iba con mis hermanos a varear los nogales y otra, por una conversación mantenida con mi padre sobre el dinero que le había sacado a la leña de los nogales”. “La finca de mi padre tenía dos nogales enormes que estaban entorpeciendo el crecimiento de otros árboles, así que tuvo que cortarlos. Mi padre me contó que el dinero que sacó de la madera de estos enormes nogales fue el equivalente a lo que le costó la finca en su momento”, relata con añoranza D. Eugenio.
“En el sabor de esta tierra está su riqueza”
Nueces ecológicas de la Serranía de Ronda lleva adherida a la marca Sabor a Málaga desde principios de 2017. “Me lo recomendó un amigo que tenía un pequeño comercio” y considera que la labor hacia el pequeño productor es muy valiosa. “Este tipo de actuaciones son muy importantes para nosotros, nos dan visibilidad y trae riqueza a nuestros pueblos”, afirma D. Eugenio. Le gusta asistir a la Gran Feria de Sabor a Málaga que se celebra anualmente, aunque no ha podido hacerlo como productor, “por motivos de salud”, pero sí ha ido como cliente porque “en el sabor de esta tierra está su riqueza”, sonríe.
Le encanta cómo sus nueces lucen en ensaladas por el “exquisito sabor” que tienen y las propiedades y beneficios que alberga, la hacen un “fruto seco indispensable en todas casas”, afirma con rotundidad.