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La industria cárnica malagueña, el motor de desarrollo provincial

La industria cárnica malagueña, el motor de desarrollo provincial

Proteínas de gran valor biológico que enriquecen nuestra cocina y tradiciones

Las carnes frescas de origen animal aportan un alto valor proteico, además de vitaminas del grupo B, siendo igualmente fuente de hierro, zinc y fósforo. Su consumo moderado, al igual que cualquier tipo de alimento, es una alternativa muy interesante en una dieta rica, equilibrada y saludable, siendo nuestra famosa dieta mediterránea un ejemplo de ella. Un producto que tradicionalmente enriquece la cocina malgueña y que nos brinda sabrosas recetas, platos y guisos que muestran el arte culinario que perdura generación tras generación.

La industria cárnica malagueña cuenta con un gran arraigo y desarrollo en toda la provincia, siendo además uno de los grandes motores económicos de nuestras comarcas. Son numerosos los pueblos de Málaga en los que han instalado granjas de pollos, conejos y cerdos, con predominio de estas últimas y las cuales generan numerosos puestos de trabajo en torno a este tipo de carne y los derivados del cerdo.

Por su parte, y en referencia al ganado ovino y caprino,Málaga se configura como un enclave tradicionalemente vinculado al arte del pastoreo, destacando la cría y conservación de la raza autóctona, la cabra malagueña, que además de ser una de la razas lecheras más productivas, su carne posee unas magníficas cualidades nutricionales además de un sabor único, hechos que han favorecido que las recetas de chivo lechal malagueño se configuren como una de las más significativas de nuestra gastronomía. Los embutidos malagueños: chorizo, morcilla y otras chacinas con tradición.

Por otra parte, en la provincia de Málaga existe una importante tradición chacinera desde el pasado siglo y son numerosos los pueblos que se han convertido en referentes en la elaboración de embutidos, como chorizos, morcillas, lomo en manteca, morcones o salchichones, haciendo especial mención al Salchichón de Málaga, uno de los embutidos más singulares de España, con unas características claramente diferenciadoras, tal y como delata su textura blanda.

En la actualidad, en la provincia hay importantes citas gastronómicas relacionadas con los embutidos de Málaga y estas se desarrollan en los meses en los que tradicionalmente se celebraban las matanzas del cerdo, es decir, entre diciembre y febrero, y en localidades con mucha tradición como Benaoján, Ardales, Colmenar, Riogordo, Cártama, Yunquera, Algatocín, Benarrabá, Cortes de la Frontera, Campillos o Cañete La Real, entre otras.

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