Bodegas Lara y sus vinos Tres Generaciones, dos proyectos familiares que aúnan sabor, cuerpo y aroma a Málaga
Bodegas Lara es una empresa familiar ubicada en Málaga capital y especializadaen la comercialización y distribución de vinos, licores y una ampliaselección de alimentos gourmet con los que abastece al sector de la hosteleríay la restauración en toda la provincia. Fundada en 1963 por D. Juan Emilio Lara Acedo, esta compañía se hacaracterizado, desde sus inicios, por su compromiso con la restauración y lagastronomía local, dando especial cobertura a las bodegas de Ronda, La Axarquíay Málaga, ofreciendo un trato humano y de confianza, así como un serviciopersonalizado y de calidad a través de una gran red logística.
Hoy día, y casi seis décadas después, es la segunda generación, conducidapor Juan Antonio Lara Gracián, quien sigue manteniendo vivos los valores que supadre le inculcó, buscando siempre los mejores géneros con los quesatisfacer a sus clientes y dando a conocer las excelencias de los alimentoselaborados en nuestras comarcas. Fruto de ese empeño por defender lasexcepcionales cualidades de los productos malagueños, nace en 2015 su proyecto Tres Generaciones, un retopersonal que se traduce en unos magníficos vinos tintos de producción propia, elaboradosen Ronda -con denominación de origen Sierras de Málaga-, que resaltan el saborde la tradición y las historias que pasan de generación en generación.
Momentos decisivos
Desde que se uniera a la compañía distribuidoraque fundó su padre, Juan Antonio asegura que no ha dejado de aprender, deintentar mejorar e innovar, adaptándose a los tiempos y a las circunstancias quese han ido presentado. Nos relata que estudió administración y dirección deempresas y aunque siempre echó una mano en el negocio familiar – incluso cuandosu padre envasaba vinos de Málaga- en su mente albergaba otras metas. Sinembargo, tras la grave crisis económica que afectó a todo el país, “allá por elaño 1992”, decide apoyar a su padre, compaginando estudios y trabajo para darimpulso a la compañía y “viviendo momentos muy duros” que los unieron con másfuerza.
Recuerda con cariño toda la experienciay las decenas de anécdotas que su padre le ha ido contando, como cuando unfamoso sumiller de la Costa del Sol oficiaba una espectacular e intimidanteceremonia para dar a catar un vino, en la que utilizaba “una concha y unacañita que se ponía en el oído, finalizando con una reverencia. Una magnífica técnica para aprender a venderun vino, porque a ver quién era capaz de decirle que el vino no estaba bueno”, nosrelata con una amplia sonrisa. También le viene a la memoria uno de losprimeros desafíos que aprendió a sortear para salir airoso en una cata aciegas. “Cuando empecé a conocer algo más el mundo del vino, un enólogo riojanonos lanzó el reto de conseguir distinguir un vino tinto, de un rosado y unblanco a igual temperatura y evidentemente en copa negra. La apuesta es tan difícil,evidenciando el nivel de conocimiento, que nunca he vuelto a perder”, nosconfiesa.
Nuevos retos
Durante años, Juan Antonio Lara haestado comprometido con el mundo vitivinícola y alimentario, manteniendo unaestrecha relación con las bodegas y marcas que distribuye, asistiendo a lasprincipales ferias e incluso organizando eventos a nivel nacional con objeto decrear sinergias entre los distintos mercados. Pero es en 2015 cuando JuanAntonio decide emprender y asumir nuevos retos, “de hacer algo en mi tierra, ala que me une un vínculo emocional y familiar” y con la intención de aprovecharlas posibilidades comerciales de Bodegas Lara. Nos explica que tuvo claro queRonda era una clara candidata para llevar a cabo la idea que planeaba en sucabeza, no sólo porque su abuelo materno fuese de allí, sino porque siempre hasido un enamorado de sus “bellas calles, su admirable patrimonio arquitectónicoy de las historias y las leyendas que albergaban sus sierras”.
Tres Generaciones
Animado por el conocimiento adquirido ensu larga trayectoria profesional, Juan Antonio se aventuró a concebir una ideajunto a su padre y sus hijos, estableciendo así los cimientos de TresGeneraciones, una forma de honrar el legado recibido y uniendo a tresgeneraciones Lara mediante una conexión especial que nos devuelve a nuestrasraíces”. Adquirieron una finca de 11hectáreas, situada en la carretera de Ronda a Acinipo (yacimiento arqueológico),a una altitud de 850 metros y de topografía muy uniforme, sobre la que seasentaba un viñedo, distribuido en 8,5 hectáreas y con más de 25 años, al quedebían dedicar tiempo y recursos para que alcanzase las más óptimascondiciones. Se asesoraron con los mejores técnicos, expertos, como José RamónLizárraga, y llegaron incluso a realizar un estudio del clima de Ronda conobjeto de adaptar las variedades de uva existentes -Syrah, Merlot, CabernetSouvignon, Tempranillo y Garnacha- a las técnicas actuales de elaboración y alas condiciones climatológicas de la zona.
Leyendas de Ronda
Tras varios años cuidando y controlandocada parte del proceso, en 2017 presentan finalmente el resultado a tan entregadalabor: tres tintos de extraordinarias cualidades, como son La DEPA, ElLero y El Arquitecto (todos ellos con el distintivo Sabor a Málaga),al que poco después se le uniría Aniya, cuyos nombres están inspirados en personajes legendarios deRonda, y siendo La Depa elegido como vino genérico de Denominación deOrigen Sierras de Málaga. Unos vinos rondeños actuales y singulares, todos conD.O. Sierras de Málaga, elaborados con unas variedades de uva muy distintivas yconcebidos con el ánimo de aunar excelencia y calidad.
Actualmente, los viñedos TresGeneraciones producen en torno a cuatro mil litros entre sus cuatro tintos,“dependiendo del año y de cómo se presente la cosecha”, llegando a alcanzar unacifra cercana a las 25.000 botellas anuales. Con una viña de bajo rendimientopor hectárea, Juan Antonio nos indica que prefiere apostar por la calidad envez de por la cantidad “y si un vino no da la talla, opta por no sacarlo a laventa”. En él trabajan normalmente entre cuatro y cinco personas y en pocassemanas espera incrementar este número, haciendo frente a una anheladavendimia, “empezando por la variedad Tempranillo y finalizando por la Cabernet,que esperamos sea buena en cantidad y calidad”, nos revela.
Una empresa que le ha recompensado convivencias entrañables, como cuando hace un par de años invitó a su bodega aMichel Rolland, considerado el mejor enólogo del mundo, quien le confesó queera la segunda vez que venía a Málaga, aunque por circunstancias y encondiciones muy distintas. Por lo visto, Rolland pisó suelo rondeño por primeravez hace más de treinta años, presionado por el príncipe Alfonso de Hohenlohe,quien le pidió, encarecidamente que revisase una explotación original para verqué variedad de uva debía plantar en la zona.
Con personalidad
En los vinos Tres Generaciones seconcentran la adecuada maduración del fruto, su recorrido en botella o enbarrica de roble francés -desde 6 a 18 meses-, así como la acertada combinaciónde sus variedades, permitiendo descubrir cuatro notables caldos conpersonalidad, que como nos resume Juan Antonio, recoge un poquito de la esenciaque alberga todo proyecto: “la juventud y rebeldía en la primera generación, elequilibrio en la segunda y la experiencia, solera y sabiduría en la tercera.Por ello, la primera generación, La Depa, destaca por su frescor y alegría,dejando recuerdos a fruta fresca y propias de la Garnacha; le siguen El Lero yEl Arquitecto, en los que se conjugan con mesura la variedad Tempranillo,Cabernet Sauvignon y Syrah, aportado frutosidad, elegancia y carnosidad, parafinalmente terminar con la variedad más compleja, la Merlot, desvelando un vinocarnoso y con nervio, donde dominan matices de fruta madura y monte sobreligeros tostados.
Cuestión de maridajes
Este despliegue de notas con sabor,cuerpo y aroma se trasmiten “según la añada, el momento del consumo y con quése acompañe” y se engrandecen al maridarlos con los magníficos platos denuestra más tradicional gastronomía malagueña, como es el caso de La Depa, que“combina a la perfección” con un Emblanco o un exquisito y típico espeto desardinas, “aunque también es ideal como aperitivo”, aclara Juan Antonio. “ElLero, sin embargo, va muy bien con una Porra Antequerana, El Arquitecto esideal para degustar junto a un plato de caza, mientras que la variedad de uvaMerlot casa con cualquier receta de chivo, un queso Payoyo y hasta con los más suculentospostres, especialmente de chocolate”.
“Consolidar relaciones”
Bodegas Lara y sus vinos TresGeneraciones, distribuidora y productora, respectivamente, se encuentranunidas a la marca promocional de la Diputación provincial, Sabor a Málaga, desdejunio de 2018, convencidos de que luchar y apostar por la tierra es unsentimiento que es preciso extender, llegando incluso más allá de nuestrasfronteras, “aprovechando el escaparate tan prestigioso como es la ciudad deMálaga y la Costa del Sol”.
Entre los objetivos a corto y medioplazo que se trazan en el futuro de Tres Generaciones, Juan Antonio nos señalaque tienen previsto lanzar una página web con la idea de “llevar sus vinos ylas historias de estos personajes rondeños a cualquier punto de España”,potenciando con ello su presencia en las redes sociales. Asimismo, no descartanhacer un guiño al enoturismo, aunque se centrarán en organizar visitas deprofesionales a sus viñedos, “nuestros auténticos compañeros de viaje” conobjeto de afianzar su producto en la zona y “consolidar relaciones ycolaboraciones” en unos tiempos realmente difíciles como consecuencia de lapandemia del Covid-19.
“Embajador de esta tierra”
Juan Antonio Lara, afirma que TresGeneraciones es, sencillamente, el resultado de un largo camino aprendidojunto a su padre, “una herencia recibida que deseaba enaltecer y que le hapermitido llegar hasta sus hijos, “que llenan mi vida”; Juan (18), “de grannobleza, trabajador y con don de gentes”, y Gonzalo (16), “la chispa y laalegría de la casa”. Una nueva y tercera generación a la que también le apasionael mundo del vino y que se encuentra altamente involucrada en momentos tandecisivos como “la poda, la vendimia y las catas”. Un proyecto familiar en elque seguir siendo “embajador de esta tierra, su cultura y sus tradiciones” y procurandoalbergar la capacidad para trasmitir esos mismos valores, “priorizando el ladomás humano y el espíritu de sacrificio que hacen realidad cualquier empresa”.