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El níspero es una sabrosa fruta primaveral que está unida muy especialmente al pueblo axárquico de Sayalonga. Allí se ha convertido desde la pasada década de los años ochenta en el principal cultivo. Tanto es así que a este pueblo se le conoce ya con el lema turístico de ‘Paraíso del Níspero’.
Cada temporada se produce allí alrededor de medio millón de kilos de esta pequeña fruta que se introdujo en la localidad en la década de los sesenta como una alternativa a los cultivos tradicionales. Hoy Sayalonga, es junto a dos municipios granadinos, uno de los pocos de Andalucía que ha apostado históricamente por el cultivo del níspero.
El primer níspero que llegó a Sayalonga era del tipo ‘Tanaka’, una variedad que procede concretamente de Japón, aunque el origen de esta fruta parece estar en el sudeste de China. La fruta se introdujo en Europa a finales del XVIII, mientras que en España se extendió un siglo más tarde. En Sayalonga aseguran que la primera finca que lo plantó fue en la Huerta de Romero. La planta procedía en este caso de una finca situada en Nerja. Desde ese primer árbol, según cuentan en Sayalonga, se fueron trasplantando los plantones que nacían a sus pies.
El níspero es un fruto tan nutritivo como saludable, ya que su alto contenido en agua lo hacen muy recomendable para distintas patologías renales y hepáticas. Es un producto rico en azúcar, pero con un aporte calórico relativamente bajo (unas 50 calorías por cada 100 gramos). Entre sus componentes hay potasio, magnesio y vitaminas C y del grupo B. Como otras frutas, el níspero de Sayalonga cuenta con mucha fibra, lo que lo hace recomendable para mejorar el tránsito intestinal.