Repostería artesanal malagueña, los imprescindibles para disfrutar de los grandes momentos
La tradición hecha a mano
La clave de un buen pan artesanal malagueño reside en el proceso de elaboración y en su composición. La fabricación de este tipo de pan es más lenta (pudiendo llegar a superar las siete horas, frente a las dos horas empleadas en el pan industrial) y se basa en un procedimiento sin aditivos. Según los maestros artesanos, la clave está en elegir ingredientes de calidad, en dejar reposar la masa y en cuidar la cocción. Una de las especialidades de pan más características de nuestra provincia es el mollete malagueño.
Y es que Málaga es provincia de sabores azucarados. Es tierra de rica y diversa repostería. De gusto por dulces con tradición elaborados a base de recetas únicas y propias. Cada región y sus diferentes municipios esconden productos únicos que se han popularizado por todo el país.
Por su parte, la repostería tradicional malagueña ocupa un lugar privilegiado en esta sección, puesto que son muchas las delicias dulces que acompañan grandes momentos de nuestro día a día, así como de de ocasiones especiales, como Semana Santa, verano y Navidad.
La torta malagueña es uno de los productos del que más variedades pueden disfrutarse.
Tortas de almendra, tortas y bollos de aceite, tortas locas, borrachuelos, pestiños, torrijas, bienmesabe, helados de pasa, de espumoso de Moscatel, de mango o de carapino, el dulce de leche, la garrapiñada, así como mantecados, polvorones, roscos de vino, turrones y chocolates, son algunas de las especialidades dulces que podrás degustar según la localidad que desees descubrir y paladear.